miércoles, 6 de marzo de 2013

México en WikiLeaks. WikiLeaks en México. Memoria de una aventura periodística*



Ma. Eugenia Sánchez Díaz De Rivera


Aurelio Fernández, Joseph Farrell y Kristinn
Hrafnsson, Pedro Miguel y María Eugenia Sánchez,
durante la conferencia y presentación del libro
WikiLeaks en México
Agradecemos la presencia en nuestra universidad de Kristinn Hrafnsson, el portavoz de WikiLeaks; de Joseph Farrel, miembro de WikiLeaks; de Pedro Miguel, enlace entre WikiLeaks y La Jornada, y de Aurelio Fernández, fundador y director de La Jornada de Oriente.
En un mundo en el que las corporaciones trasnacionales controlan la vida: el agua, los alimentos, la salud, la energía; en el que los cárteles de la droga y otras redes del crimen organizado, controlan la muerte; en el que la clase política (otra forma de crimen organizado) se alía a ambos; en el que los cárteles de la comunicación encubren todo y construyen un imaginario al reverso de la realidad; y en el que la  mayoría de los seres humanos comunes y corrientes experimentamos una rabiosa impotencia, WikiLeaks emergió como una oleada de aire fresco .
El 5 de abril de 2010 WikiLeaks publicó un vídeo del 12 de julio de 2007 en el que se ve como soldados estadounidenses disparan al reportero de ReutersNamir Noor–Eldeen, a su ayudante y a nueve personas. Esta revelación puso en jaque al aparato militar de EU.
El 25 de julio de 2010 los periódicos The GuardianThe New York Times yDer Spiegel hicieron públicos un conjunto de unos 92.000 documentos sobre la Guerra de Afganistán entre los años 2004 y 2009 que les llegaron a través de WikiLeaks.
El 22 de octubre de 2010 WikiLeaks hace público Documentos de la Guerra de Irak. 391.831 documentos filtrados desde El Pentágono  sobre la Guerra de Irak y su ocupación entre el 1 de enero de 2004 y el 31 de diciembre de 2009 en los que se revelan, entre otros asuntos, el uso sistemático de torturas,
El 28 de noviembre de 2010, WikiLeaks filtró a la prensa internacional una colección de 251.187 cables o comunicaciones entre el Departamento de Estado estadounidense con sus embajadas por todo el mundo. Se trata de la mayor filtración de documentos secretos de la historia. WikiLeaks proporcionó esa información a los diarios The Guardian,The New York Times,Le Monde,El País y al semanarioDer Spiegel. Las filtraciones de telegramas y documentos, confidenciales y secretos, afectan a un gran número de países, entre ellos a Afganistán, Alemania, Arabia Saudía, Argentina, Australia, Bolivia, Bosnia Herzegovina, Brasil, Canadá, Chile, China, Colombia, Corea del Norte, Corea del Sur, Cuba, Ecuador, Egipto, El Salvador, Emiratos Árabes Unidos, España,Francia, India, Irán, Israel, Italia, Japón, Kosovo, Kuwait, México, Nicaragua, Pakistán, Panamá, Paraguay, Perú, Reino Unido, Rusia, Serbia, Siria, Sudáfrica, Turquía, Túnez, Uruguay, Venezuela y Yemen.
La mayor parte de los habitantes de este planeta, que estamos despojados de información veraz, descubrimos, no sin sorpresa, que a pesar de las apariencias,  el poder y el orden no son omnipotentes y que con creatividad, inteligencia valor y sobre todo dignidad es posible abrir agujeros que permitan modificar, aunque sea un poco, las relaciones de fuerza y los imaginarios impuestos; que  es posible  conocer un poco las entrañas del poder y evidenciar la mentira hecha política o llamada diplomacia. El habitual cerco de silencio se vio avasallado por el ruido de esta información, imposible de ocultar.
La barbarie de Irak y Afganistán, el cinismo y la hipocresía de la principal potencia mundial, sabidas por todos, quedaban al desnudo de una manera imprevista y brutal y a una velocidad insospechada.
Es curioso, como ya se ha dicho, que la mayoría de nosotros nos enteramos por los medios impresos, lo cual a los de mi generación nos regocijó. The Guardian,Le Monde,The New York Times,El País. Para mí significa mucho escuchar todas las mañanas al motociclista de La Jornada echar el periódico por debajo de la puerta, –que cuando llueve, mi esposo prevé cuidadosamente  la forma de que el periódico no se moje– y darme a la tarea de leer en la noche página por página... por eso digo que si se acaba el mundo, me enteraré en la noche, porque además los otros medios lo van a ocultar.
Ante los ataques y amenazas, la declaración de que WikiLeaks es una organización terrorista, y el intento de suprimir a su fundador, WikiLeaks añadió una filtración cuya contraseña se haría pública en caso de que WikiLeaks sufriera algún ataque grave que hiciese que la organización quedara incapacitada.“Desde hace mucho tiempo hemos estado distribuyendo copias de seguridad cifradas de material que todavía no hemos publicado. Todo lo que tenemos que hacer es liberar la clave para que el material quede automáticamente disponible”.
WikiLeaks trastocó como una explosión, las reglas de las prácticas periodísticas, lo que pensamos de dichas reglas; desató un debate ético y pseudo ético, sobre la tensión entre libertad de expresión y la seguridad de las naciones. Es relevante que WikiLeaks ha sido sumamente cuidadoso en no revelar información que pueda poner en peligro la vida de personas, contrariamente a lo alegado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos, y en exponer claramente sus objetivos: presionar a la rendición de cuentas de los gobiernos y  sacar a la luz pública lo que la ciudadanía tiene el derecho a saber.
Nuestro pasmo no terminó cuando nos enteramos de que Sunshine Press Productions le entregó a La Jornada cerca de 3 mil cables clasificados, de la Embajada de Estados Unidosy de oficinas diplomáticas en México. La Jornada se convirtió en el sexto periódico en el mundo, el segundo en español, el primero en América Latina en tener acceso a esa información.
Pedro Miguel ha sido la paloma mensajera de WikiLeaks en México. Y es de agradecerse que además de sus artículos –serios e informados; ácidos e irónicos, y que por lo mismo,  logran exprimir la realidad produciendo un concentrado de la misma, que si utilizamos una metáfora sonora, se convierte en un diapasón que da el tono de las noticias más recientes, trátese del fin del mundo maya, de la pesudo renovación del PRI, o de la renuncia del Papa– es de agradecerse, decía yo, que él y un brillante equipo, en el que está Blanche Petrich, se hayan dado a la tarea de descifrar los códigos de la información, transcribirla en 8 mil páginas,  evitar ser hackeados, y publicar gradualmente esos cables que, sobre México, WikiLeaks había logrado obtener. Eso es periodismo serio, responsable y comprometido.
La información filtrada trata de conversaciones privadas de políticos, funcionarios públicos, presentadores de medios de comunicación, miembros de la Policía y del Ejército. También reportes de reuniones, análisis regionales. Los cables proveyeron de evidencias acerca de las opiniones, percepciones e inquietudes de los funcionarios de Estados Unidos, en EUA y en México, acerca de todos los niveles del gobierno de México, de las políticas mexicanas, del Ejército y de las fuerzas de seguridad.
La publicación de los cables de La Jornada levantó un debate acerca de las relaciones entre México y Estados Unidos y sobre la estrategia de seguridad de Felipe Calderón.
Pedro Miguel señaló que la clase política mexicana quedaba evidenciada como la principal fuente de información del Departamento de Estado Norteamericano. A partir de una relación de sumisión y dando explicaciones a los norteamericanos de que en información pública dirían algunas cosas diferentes para no aparecer demasiado Pro–Estados Unidos.
Por su parte los funcionarios mexicanos aparecen como ingenuos, mal informados y finalmente bastante devaluados a los ojos de EUA.
“Lo que se confirma, dice Miguel, es el papel de la Embajada de EU en la imposición de Calderón, se confirma que llegó en un estado de extrema debilidad política y que la Embajada tuvo que intervenir para hacer posible esta toma del poder (en 2006)”.
“Quedó de manifiesta la intromisión de EU en la conformación del poder político en México y el funcionamiento del poder político como un  poder infractor, transgresor, que gobierna a contrapelo de la ley que debería estar obligado a cumplir y hacer cumplir”.
Quedó claro que Estados Unidos orquestaba y dirigía la política de seguridad en México, para sus propios intereses  económicos políticos y sin ningún interés en la seguridad ciudadana de nuestro país.
La caída de Carlos Pascual, el embajador de EUA en México no la pudo ocultar ningún medio, ninguno pudo ocultar que la causa era la filtración de cables que mostraba su visión negativa del gobierno de Calderón, del mismo Calderón, del Ejército... y en los que ademáscontradecía a Janet Napolitano al afirmar  que en México no existía terrorismo. La renuncia de Carlos Pascual fue uno de los más sonoros golpes a la política exterior norteamericana provocada de manera directa por los cables filtrados.
Quisiera mencionar algunos cables:
El cable 228419, difundido por El País el 2 de diciembre de 2010, asegura que el gobierno mexicano admitió que ha perdido el control de ciertas zonas debido al narcotráfico.
El documento indica que funcionarios de alto nivel, incluyendo al mismo presidente Calderón, pidieron ayuda tecnológica y de formación a Estados Unidos de manera “angustiosa”.
El cable 07MEXICO983, revelado el 25 de mayo de 2011, menciona que Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública federal, ofreció dar a Estados Unidos libre acceso a información de inteligencia mexicana.
El 23 de mayo de 2011, La Jornada publicó que el cable 09MEXICO2778, fechado el 24 de septiembre de 2009, calificaba al priista Enrique Peña Nieto como “ahijado del expresidente Carlos Salinas”.
“Analistas y líderes de su propio partido han expresado ante consejeros políticos de la embajada sus sospechas de que está pagando dinero a los medios bajo la mesa para favorecer una cobertura favorable, y también quefinancia a empresas encuestadoras para que presenten resultados alterando las tendencias a su favor”, dice el cable fechado en enero de 2009
El 22 de julio de 2011 se difundió el cable 06VATICAN61, que citaba al entonces cardenal de Guadalajara, Juan Sandoval Íñiguez, solicitando al Gobierno de Estados Unidos frenar el avance de Andrés Manuel López Obrador, en 2006 aspirante presidencial de la izquierda.
La información que ha ido apareciendo iluminó de manera contundente lo que ya sabíamos, pero que cuando se oye de labios de los protagonistas, adquiere una resonancia inimaginable, la realidad se vuelve más real, y nos apropiamos mejor de ella.
Entre tanto, Julian Assange , perseguido por lo que fuera, se encuentra “asilado” en la Embajada de Ecuador en el Reino Unido. La honorable democracia inglesa considera ofensiva una libertad de expresión que realmente informe a la ciudadanía, considera un delito transparentar las mañas, las mentiras, los delitos de los detentores del poder y no acepta darle un salvoconducto. Cualquier cosa que haga Assange  amerita cárcel, extradición y de ser posible pena de muerte.
Y no olvidemos, por favor, a Bradley Manning, en prisión y sin derecho a juicio.
Desde la Embajada de Ecuador –desde donde imagino que Assange habrá seguido las recientes elecciones, tal vez con algo de tensión– Assange acaba de anunciar su nuevo libro Cyperpunks. La libertad y el futuro del internet donde nos alerta sobre el control de la información en el cyberespacio, nos recuerda que las comunicación que van de América Latina a Europa y Asia pasan por Estados Unidos, y en suma desmonta ese sistema nervioso que atraviesa a todas la sociedades pero cuyo control se concentra en los grupos económicos y políticos poderosos. Pero precisamente WikiLeaks ha demostrado que es posible evidenciarlos y combatirlos. Por ello Julian Assange, en la video conferencia, en la Feria del Libro en el Palacio de Minería, dice #YoSoy132 avalando así la lucha de los jóvenes por la democratización de los medios. Por su parte Kristinn Hrafnsson  dijo  “(La Jornada) fue el primer medio , fuera de Europa y Estados Unidos, con el que empezamos a trabajar con la liberación de cables. Se nos dijo que tenían el corazón bien puesto cuando se trataba de la integridad periodística. No nos defraudamos”.
El libro que hoy presentamos es “un abrazo amoroso”, diría Assange o una perla preciosa, porque pone en nuestras manos la información que WikiLeaks entregó a La Jornada, y que nos da una visión de conjunto de la política norteamericana en sus vínculos con la clase política mexicana. Pero sobre todo, es una perla preciosa porque nos muestra que el poder no es omnipotente.
*Pedro Miguel (coordinador)
**Universidad Iberoamericana Puebla

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